Ideas importantes:
Todos los grandes pedagogos han encarnado e ilustrado una actitud y una práctica reflexivas.
El practicante reflexivo se forma a través de experiencias, a través del paradigma reflexivo, par así llegar a la esencia de toda profesión, y una posible profesionalización.
A veces la dimensión reflexiva se limita a: ¿Cómo hacerlo para hacerlo mejor?
Medios son las acciones eficaces o eficientes.
El fracaso de la acción pedagógica reside en la falta de conocimientos didácticos
Todos los grandes pedagogos han encarnado e ilustrado una actitud y una práctica reflexivas.
El practicante reflexivo se forma a través de experiencias, a través del paradigma reflexivo, par así llegar a la esencia de toda profesión, y una posible profesionalización.
A veces la dimensión reflexiva se limita a: ¿Cómo hacerlo para hacerlo mejor?
Medios son las acciones eficaces o eficientes.
El fracaso de la acción pedagógica reside en la falta de conocimientos didácticos
comentario
Una profesionalización no tiene que ver con más conocimientos procedimentales o declarativos. Tiene que ver con la práctica reflexiva, es decir, esa capacidad de preguntarnos qué es lo que hacemos, cómo lo hacemos, por qué lo hacemos y para qué.
Pienso que si es importante que esta competencia reflexiva se desarrolle en los individuos, y creo que debería ser fomentada desde educación básico, no sólo en la carrera universitaria.
Lo que necesitamos son herramientas prácticas, para aprender. Los conocimientos declarativos ya no son el fin de la educación formal, y mucho menos lo son las conductas pasivas como lo eran en el conductismo.
Ahora, lo que necesitamos es participar activamente en las actividades escolares desde un inicio. Como dice Perrenoud, en procedimientos clínicos. Ir a observar a escuelas, trabajar en administración escolar, dar clases, esas son las situaciones que necesitamos para reflexionar sobre nuestras acciones y movilizar nuestros conocimientos.
Para concluir este libro, quiero mencionar que es importante que esto esté considerado en el currículo oficial de nuestra carrera, y siento que hacen falta materias más prácticas donde nos encontremos con problemas para poder reflexionar sobre ellos, sobre las acciones que tomamos o deberíamos tomar y sobre los esquemas y el habitus que está detrás de todo eso.
Pienso que si es importante que esta competencia reflexiva se desarrolle en los individuos, y creo que debería ser fomentada desde educación básico, no sólo en la carrera universitaria.
Lo que necesitamos son herramientas prácticas, para aprender. Los conocimientos declarativos ya no son el fin de la educación formal, y mucho menos lo son las conductas pasivas como lo eran en el conductismo.
Ahora, lo que necesitamos es participar activamente en las actividades escolares desde un inicio. Como dice Perrenoud, en procedimientos clínicos. Ir a observar a escuelas, trabajar en administración escolar, dar clases, esas son las situaciones que necesitamos para reflexionar sobre nuestras acciones y movilizar nuestros conocimientos.
Para concluir este libro, quiero mencionar que es importante que esto esté considerado en el currículo oficial de nuestra carrera, y siento que hacen falta materias más prácticas donde nos encontremos con problemas para poder reflexionar sobre ellos, sobre las acciones que tomamos o deberíamos tomar y sobre los esquemas y el habitus que está detrás de todo eso.